Socióloga. Aunque raramente se la cita como madre fundadora de la sociología, dedicó gran parte de su trabajo a conceptos clave en la sociología moderna: la división del trabajo en el hogar, el matrimonio, e incluso el género ya recibieron su atención a principios del Siglo XIX. Además, los dotó de una importante base científica a través de su uso de la observación empírica, nada habitual en su época.
Para que sus ideas tuvieran calado y no fueran rechazadas por una sociedad que no daba lugar a las voces de las mujeres en la crítica social, Martineau a menudo se escondía bajo la falsa firma de un hombre. También escribió novelas tradicionales en las que introdujo cambios importantes en los roles de género. Su trabajo más reconocido incluye un estudio sobre el rol de la mujer en los Estados Unidos, una crítica al abandono que hacía la Declaración de Independencia de la mitad de la población (las mujeres). Martineau consideraba que su rol era ser un “conducto” de conocimiento para facilitar la educación universal e igualitaria para todas las mujeres. Por todo ello, se la considera una de las figuras más influyentes en la teoría social y en los derechos humanos (Easley, 1999).
En materia de consumo, Martineau destacaba el rol central de la mujer como gestora del consumo dentro de la familia. Además, criticaba el uso del consumo (especialmente, de la moda y la cosmética) como forma de presión sobre las mujeres, y abogaba por la libertad económica y educativa de las mujeres. Lo veremos en el Tema 6.